Este turno de noche ha sido un poco especial, porque decidí que lo mejor sería acompañar a Vanessa, especialmente para ayudarla con las tareas de la lavandería. Está embarazada de muy pocas semanas, y ninguno de nosotros quiere que ella haga esfuerzos. Tenemos que cuidarla más que nunca!!!!
El trabajo en la lavandería es bastante desagradable: hay que lavar, secar y mover grandes cantidades de ropa (sábanas y toallas). Además el calor del verano no es un buen compañero. Fue duro, pero al final...prueba superada!!!
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